Desde la llegada del cine sonoro la música se convirtió en un
elemento valioso para la realización cinematográfica a nivel mundial. En
México el bolero estuvo presente desde Santa (1932), largometraje que
ha sido reconocido como la primera película con sonido perfectamente
sincrónico a la imagen. De hecho, lleva el título de una composición de
Agustín Lara. La cinta, protagonizada por Lupita Tovar, cuenta las
desdichas de una mujer debido a un desengaño amoroso. Esta temática
refleja un hecho que permitió al bolero cobrar importancia en los
dramas cinematográficos de los años 40 y 50 mayoritariamente; el tema
romántico de muchas películas de la época propició que este género se
adaptara perfectamente a las diversas tramas que se querían contar.
Agustín Lara: clásico en escena
Los boleros de Agustín Lara tienen gran presencia en el cine
mexicano de la edad de oro. Trabajó con directores como Roberto
Gavaldón y Alberto Gout, y además sus canciones formaron parte de la
banda sonora de incontables películas. En Distinto amanecer (1943) de
Julio Bracho, protagonizada por Pedro Armendáriz y Andrea Palma, aparece
su tema Cada noche un amor, bolero que refiere directamente al título
de este largometraje catalogado como uno de las mejores y primeros
ejemplos del cine negro en el país azteca.
En una de las escenas más importantes de La devoradora (1946), María
Félix baila con Luis Aldás, Aventurera, otro bolero de Agustín Lara. La
escena muestra de forma explícita que la composición alude al carácter
de la protagonista. El personaje de María Félix en esta cinta dramática
de Fernando de Fuentes coquetea con dos hombres, mientras planea un
ardid para salir de un grave problema donde se ha metido.
Este bolero también aparece en
la voz de Pedro Vargas en una de las cintas más importantes del llamado
cine de rumberas, Aventurera (1950), dirigida por Alberto Gout. En la
escena aparece Ninón Sevilla en el rol de Elena, una vedette con una
vida tormentosa.
En Ansiedad (1953), de Miguel Zacarías, Pedro Infante canta Amor de
mis amores, composición de Agustín Lara, en una de las escenas más
emblemáticas de esta producción.
También en La Diosa Arrodillada (1947), de Roberto Gavaldón, aparece
otro tema de Agustín Lara, Revancha, en la voz de María Félix. Este
bolero seria interpretado por él mismo junto a Toña La Negra en la
película de igual nombre en 1948, dirigida por Alberto Gout. La historia
de la cinta está basada en su composición. Lara también se pondría
frente a la pantalla en la película dirigida por Fernando Rivero,
Coqueta de 1949. El largometraje está basado también en un bolero suyo
de igual nombre, y cuenta con las actuaciones de Ninón Sevilla y Víctor
Junco.
Además, En Palabras de mujer
(1946), de José Díaz Morales, con Ramón Armengod, Virginia Serret y
Andrés Soler puede escucharse en la voz de Armengod el bolero que da
título a la película, otra composición de Agustín Lara.
Toña La Negra es también una de las estrellas de la película Amor
vendido (Joaquín Pardavé, 1951) junto a Eva Garza y Los Panchitos, que
tocan la canción Ni que sí, ni quizá, ni que no, composición de Alfredo
Gil.
En síntesis, Agustín Lara actuó en las películas Novillero (Boris
Maicon, 1936), Noches de ronda (Ernesto Cortazar, 1943), Revancha
(Alberto Gout, 1948), Coqueta (Fernando Rivero, 1949), La mujer que yo
amé (Tito Davison, 1950), Perdida (Fernando Rivero, 1950), Los tres
amores de Lola (René Cardona, 1953), La faraona (René Cardona, 1953),
Cantando nace el amor (Miguel Delgado, 1954), Solamente una vez (Carlos
Véjar, 1954), Esposas infieles (José Díaz Morales, 1956), Los tres
bohemios (Miguel Morayta, 1956) y Los chiflados del rock and roll (José
Díaz Morales, 1956).
En su mayoría los nombres de
las películas obedecían a los nombres de las canciones De Lara, y más de
una ocasión el argumento también. Sus papeles fueron dramáticos al
comienzo y de comedia al final, siendo el de pianista de salón o cabaret
el más recurrente. Todo esto tiene su momento definitivo en La vida de
Agustín Lara, biopic de 1959 realizado por Alejandro Galindo, y con
Germán Robles dando vida al estelar compositor.
Pedro Infante: variaciones del bolero
En el denominado “cine de barriada” de Ismael Rodríguez, que generó
títulos como Nosotros los pobres (1948), Ustedes los ricos (1948) y Pepe
el toro (1953) aparecen algunos de los boleros más recordados en la voz
de Pedro Infante. Amorcito corazón, el cual interpreta en Nosotros los
pobres es un bolero de Pedro de Urdimalas y Manuel Esperón, que fue
compuesto especialmente para la cinta. Fue interpretada por Pedro
Infante y Blanca Estela Pavón, quien murió trágicamente a los 23 años.
El cine mexicano contribuyó también a la difusión del bolero
ranchero. En la película Cuidado con el amor (1953), de Miguel Zacarías,
aparece otro bolero clásico del cine de Pedro Infante, Cien años. El
tema compuesto por Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, lo interpreta
Infante en una escena que comparte con la coprotagonista, la actriz Elsa
Aguirre.
El repertorio de Rubén Fuentes enriqueció las muy populares
producciones de Pedro Infante, quien interpretó más de cuarenta temas de
su autoría en el cine, algunos de ellos boleros. El muñeco de cuerda es
otra composición de Fuentes que aparece en la película El mil amores
(1954) protagonizada por Infante junto a Rosita Quintana.
Tríos y dramas musicales
El trío Los Panchos le debe una porción importante de su popularidad a
sus apariciones oportunas en el cine mexicano. Su música, incidental y
tocada en vivo, apareció en 40 películas, siendo 1949 el año de su debut
con seis participaciones: En cada puerto un amor (Ernesto Cortazar), El
gran campeón (Chano Urueta), No me quieras tanto (Chano Urueta), Rayito
de luna (Chano Urueta), Hipócrita (Miguel Morayta, 1949) y Una gallega
en México (Julián Soler). En esta última interpretaron el bolero
Contigo, composición de Claudio Estrada.
También interpretaron el bolero
clásico de Chucho Navarro Rayito de Luna en la película homónima. La
cinta cuenta con la participación de David Silva y Miguel Inclán. Otro
trío estrella del bolero fue Los Tres Diamantes. Su música se pudo ver y
escuchar en la cinta de René Cardona, Mujeres de Teatro, de 1951.
Los dramas musicales de la época también contaron con la presencia de
actores que más allá de interpretar sus personajes también cantaban
boleros en escena. Fernando Fernández, actor y cantante, también
protagonizó algunas películas con nombres de boleros como Dos almas en
el mundo (1948). El largometraje lleva el nombre del bolero homónimo
composición de Don Fabián.
En Amor de la calle (1950) Fernández interpreta el bolero que
da el nombre a la película compuesto por Fernando Maldonado. Este tema
también lo interpretaron Los Panchos en el drama Hipócrita protagonizado
por Antonio Badú y Leticia Palma. Y en 1951 Los Panchos tocarían en la
película Negro es mi color, de Tito Davison. La canción fue justamente
Alma negra, creación de Chucho Navarro.
En 1958 dos tríos rivales de Los Panchos, Los Tres Caballeros y el
Trío Avileño, tocarían en la película Sucedió en México, dirigida por
Ramón Pereda. La cinta incluía también una muestra de los ritmos
juveniles que causaban furor entonces, a cargo de Los Yorsy’s. Y eso fue
algo que vio más claro en 1966 en la cinta Amor a ritmo de Go Go, donde
la “defensa” del bolero, como una música que seguía vigente a pesar de
las modas bailables, corrió a cargo de Javier Solis y su versión de
Infierno y gloria.
El bolero es fundamental en la banda sonora del cine
mexicano, su historia es tan larga como sus alcances. El cine construyó
un imaginario que hizo de este género un sonido que tiene repercusiones
culturales que persisten hasta el día de hoy.
Luisa Ugueto Liendo
@cluisaugueto
Publicado Originalmente en Gladys Palmera